Venus es prácticamente hermano gemelo de la Tierra. Durante miles de años solo se conocía como una luz brillante en el cielo (la tercera más brillante después del Sol y la Luna). Ni siquiera la invención del telescopio arrojó luz sobre Venus, pues pronto resultó evidente que estaba cubierto de nubes que impedían ve la superficie. No fue hasta que las sondas espaciales viajaron a Venus, cuando empezamos a hacernos una idea de la importancia de este planeta.
Fases de Venus |
A veces se interpone entre la Tierra y el Sol, un fenómeno que recibe el nombre de tránsito. Los tránsitos que se producen son 4 en un periodo de 243 años, con intervalos entre uno y el siguiente de 105,5 años, 8 años y 121.5 años y 8 años respectivamente. El último tuvo lugar en junio de 2012 y los próximos ocurrirían el 11 de diciembre de 2.117 y el 8 de diciembre de 2.125.
Venus órbita en torno al Sol a una distancia media de unos 108 millones de kilómetros, lo que significa que es el planeta que más se acerca a la Tierra, a unos 40 millones de kilómetros. Marte puede acercarse a unos 56 millones de kilómetros, aunque normalmente la distancia es muy superior.
En cierto sentidos, Venus y la Tierra se parecen bastante, empanzando por las dimensiones: 12.100 hm. de diámetro en el ecuador de Venus y 12.756 km en el caso de la Tierra. La atmósfera de Venus es increíblemente densa y en su composición destaca el dióxido de carbono, además de trazas de otros gases. en la superficie, la presión atmosférica es 90 veces superior a la de la Tierra. En Venus hay tanta cantidad de dióxido de carbono que el efecto invernadero hace que se lleguen a alcanzar temperaturas superiores a los 400ºC que podrían fundir el plomo. De hecho, la superficie venusiana es más caliente que la de Mercurio